Para fabricar carbón vegetal, la técnica tradicional consistía en apilar diversos trozos de madera dispuestos en forma hemisférica cubriéndolo, a continuación, con una capa de tierra. Generalmente se realizaba una abertura central y otras más pequeñas en los laterales que permitían la entrada del aire de manera controlada. Al prender el interior de la carbonera o txondorra, la falta de oxigeno posibilitaba que la madera se redujera y se transformara en carbón. El proceso de cocción duraba varios días.
Esta práctica suponía un ingreso importante para el campesinado. En el lugar donde se levantaban las carboneras se construían las cabañas donde vivían los trabajadores. Parece que la tala de árboles se llevaba a cabo los meses de invierno y la elaboración de carbón finalizaba a comienzos del verano. La compra del carbón por parte del ferrón se realizaba, normalmente, un año antes de proceder a su consumo. Los carboneros, a su vez, encargaban la tala de los árboles y la preparación de la madera a otros trabajadores.