Metodología

 

Los buenos resultados en la dendrocronología dependen en gran medida de la consecución de muestras de calidad. Estas muestras tendrán, por lo general, tres orígenes distintos:

-         ÁRBOLES VIVOS. Las muestras extraídas de árboles vivos resultan fundamentales para iniciar la confección de la cronología de referencia, ya que el último año de la muestra procedente de un árbol vivo se corresponderá con el año actual, si muestreamos después de la estación vegetativa (primavera, verano), o con el año anterior, si muestreamos antes. La extracción de la muestra, también llamada core o testigo, se realiza con ayuda de una barrena forestal de incrementos. Mediante esta herramienta se pueden extraer muestras de una longitud variable, según la dimensión de la barrena, aunque el diámetro nunca será superior a los cinco milímetros. Se obtienen, por lo general, dos muestras de cada árbol, para poder obtener una visión más completa del crecimiento del tronco. Esta operación no daña el árbol, ya que éste, con el tiempo, compartimentaliza y aísla la zona afectada; además, se usa masilla de injertos para cubrir los agujeros y evitar los ataques de insectos u hongos.

 

-         EDIFICIOS U OTRAS ESTRUCTURAS ARQUITECTÓNICAS. Para conseguir muestras de edificios y otras estructuras, dependerá del estado de las mismas. Si el edificio ha sido ya derribado, se utilizará una sierra mecánica con la que cortar rodajas de unos cinco centímetros de grosor. Previamente al muestreo, siempre que sea posible, se visitará el edificio y se marcarán las piezas, procediendo al registro de las piezas singulares, de los modos de unión y de todas aquellas que hayan sido sustituidas. Otra posibilidad, cuando no se vaya a derribar el edificio o la estructura no pueda ser agredida mediante el uso de la motosierra, es la utilización de una barrena mecánica. El sistema es similar al utilizado en los árboles vivos, aunque aquí es necesaria la ayuda de medios mecánicos debido a la mayor resistencia de la madera. La barrena, de acero y con un diámetro interior de siete milímetros, se inserta en un taladro eléctrico que ayude a conseguir la muestra.  

 

                              

 

-         MADERAS ARQUEOLÓGICAS. Otro campo de muestreo son las maderas arqueológicas, es decir, aquellas procedentes de un excavación arqueológica y que han conseguido perdurar gracias a la unión de varias circunstancias, como la existencia de terrenos limosos y la ausencia de oxígeno que evitan la descomposición de estas maderas. Las maderas arqueológicas permiten el acceso a muestras de gran antigüedad que pueden ayudar a remontar la curva. El muestreo de este tipo de madera se realiza mediante el corte de las mismas, ha de ser un corte transversal que permita ver la secuencia de anillos.

 

De vuelta en el laboratorio, las muestras requerirán distinto tratamiento en función de su origen. Por un lado, estarían los testigos o cores, tanto de árboles como de vigas, que deben ser encolados en soportes especiales debido a su fragilidad. Posteriormente, al igual que con las rodajas de vigas, se procede al lijado de las mismas, con medios mecánicos o manuales. En cuanto a las muestras arqueológicas, éstas se preparan mediante el uso de una cuchilla con la que se pule la superficie.

 

A continuación, se realiza la medida de las mismas. En nuestro caso, utilizamos una estación de medida Lintab, conectada a un PC que registra todas las medidas. Una vez realizadas las medidas, se procedería al filtrado de las mismas y a su tratamiento estadístico.

 

 

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